El Mugrón - Ruta Senderista y Cultural
El pasado fin de semana dentro de las actividades programadas en el calendario de otoño se realizó un ruta recorriendo parte del poblado iberico del castellar de Meca.
Este se encuentra emplazado en una
alargada meseta –el puntal de Meca- situada en el extremo noroeste de la
sierra del Mugrón. Constituye un impresionante conjunto, siendo una de
las ciudades ibéricas de la Edad del Hierro más espectaculares de la
península. Posee la declaración de Monumento Histórico - Artístico
Nacional desde 1931.
La ciudad - fortaleza, tallada en roca,
sorprende por sus amplias dimensiones (ocupa más de diez hectáreas de
superficie), por su compleja red de recogida de aguas (basada en
canalillos y grandes y numerosos –superior al centenar- aljibes tallados
en roca viva) y, sobre todo, por el camino de carros de acceso al
recinto, de cerca de una kilómetro de longitud, en el que destacan las
huellas abiertas en la piedra producidas por las ruedas de los carros.
Además se conservan restos de las murallas ciclópeas, torres defensivas,
casas semiexcavadas en la roca, escaleras, pesebres y abrevaderos...
A la importancia cultural,
arquitectónica y urbanística se une la espectacularidad del paisaje
circundante; con sus 1058 metros de altura sobre el nivel del mar
permite contemplar una panorámica de gran belleza.Ocupaba una superficie de unas 15 hectáreas. Pueden observarse
perfectamente todavía restos de la antigua muralla que fortificaba el
poblado, aunque todo él, por su singular emplazamiento, constituye una
auténtica fortaleza natural. Se conservan también abundantes huellas de
sus pobladores: aljibes, escaleras talladas en la piedra, restos
cerámicos y sus singulares caminos de ruedas, uno de los ejemplos mejor
conservados de vías prerromanas.
El denominado Camino Hondo justifica por si solo la visita. Esta vía de acceso, con una acusada pendiente constituye una asombrosa obra de ingeniería prerromana, sin paralelo en la península ibérica. En el último tramo, la roca está excavada unos 5 metros. Para superar la pendiente se alargó el recorrido y obligó a realizar una cerrada curva para cambiar el sentido del camino hacia el centro de la ciudad.
El suelo, sobre roca viva, presenta profundas marcas como consecuencia del paso de las ruedas de carro durante 1500 años. En los laterales se aprecian unas hendiduras en la piedra que presumiblemente servirían para introducir trancas de madera y sujetar así las ruedas evitando el deslizamiento por la pendiente.
En la meseta se pueden observar habitaciones excavadas en la roca,
escaleras, y numerosos depósitos (más de un centenar). No todos los
depósitos serían aljibes, ya que algunos pudieron ser utilizados como
graneros o almacenes.
Las características del poblado sugieren que éste sería un gran almacén de productos agropecuarios que explicaría el camino de acceso para facilitar su transporte desde el llano. El Castellar de Meca sería un importante centro económico.
Las características del poblado sugieren que éste sería un gran almacén de productos agropecuarios que explicaría el camino de acceso para facilitar su transporte desde el llano. El Castellar de Meca sería un importante centro económico.
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