Donde nace el Mundo: aventura en la Cueva de los Chorros y la Sima del Mirador - Centro Excursionista de Villena
Donde nace el río Mundo… y despierta el alma montañera
Hay lugares que no se olvidan, rutas que no solo dejan huella en las botas, sino también en el corazón. Este fin de semana, el Centro Excursionista de Villena volvió a poner rumbo a uno de esos rincones mágicos donde la montaña se vuelve leyenda: Riópar, en pleno corazón del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima. Un enclave donde la naturaleza escribe su historia con agua, roca y viento.
Nuestra crónica de hoy arranca en el nacimiento del río Mundo, concretamente en la mítica Cueva de los Chorros, un coloso de piedra de mas de 300 metros que parece vigilar desde las alturas el curso del agua que brota con furia y belleza sin igual. No es solo una cueva: es el lugar donde comienza uno de los espectáculos naturales más asombrosos de la Península Ibérica, el Reventón, cuando el caudal explota en un estallido de agua único.
Primeros pasos hacia lo desconocido
Con mochilas ajustadas, botas y neopreno, ya que las gélidas aguas lo hace de uso obligatorio. y el espíritu de aventura en lo más alto, iniciamos la jornada. Desde el aparcamiento del Parque, fuimos ascendiendo poco a poco por el sendero que serpentea entre pinares, farallones y miradores naturales. El murmullo del agua nos guiaba como un canto de sirena hacia nuestro destino: la boca de la Cueva de los Chorros, ubicada a más de 1.200 metros de altitud.
Este sistema kárstico es uno de los más importantes de España, con más de 50 km explorados y galerías que se sumergen en lo profundo de la montaña. No en vano, es un santuario para espeleólogos y científicos de todo el mundo. Aunque su interior está restringido a especialistas, el simple hecho de estar allí, frente a su gigantesca entrada custodiada por acantilados, te hace sentir diminuto y parte de algo mucho más grande.
Rumbo a la Sima del Mirador el vértigo del abismo
Tras un merecido almuerzo con vistas de postal, el grupo decidió continuar hacia la Sima del Mirador un descenso menos conocido pero no por ello menos espectacular. Aquí la montaña se abre en canal para mostrarnos su rostro más salvaje: un pozo vertical de más de 50 metros de profundidad, abrazado por un paisaje de calar y bosque mediterráneo.
Mientras algunos se aproximaban al borde con respeto (y emoción contenida), otros aprovechaban para disfrutar de las panorámicas que ofrecen las cimas cercanas. El silencio solo se rompía por el crujido de las ramas, el canto de los buitres sobrevolando y nuestras voces admiradas ante la grandeza del entorno.
Más que una excursión, una experiencia
Como siempre, la convivencia fue parte esencial de la ruta: risas, anécdotas, fotos que ya circulan por los móviles del grupo, y ese “¿cuándo es la próxima?” que nunca falta cuando el día termina en lo más alto, literal y espiritualmente.
Riópar nos regaló una jornada intensa, vibrante y cargada de conexión con la montaña. La Cueva de los Chorros nos habló de la fuerza de la tierra. La Sima del Mirador, de sus secretos mejor guardados. Y nosotros, como buenos montañeros, solo podemos dar gracias por formar parte de este viaje.
💚 Mención especial a nuestros socios y socias
Queremos hacer una mención especial a todos los socios y socias del Centro Excursionista de Villena que participaron en esta actividad épica. Sin vuestra pasión, compañerismo, esfuerzo y compromiso con la montaña, nada de esto sería posible. Sois el alma de este club, los que mantienen viva la llama del espíritu montañero.
Gracias por seguir explorando, soñando y caminando juntos.
Riópar nos regaló una jornada intensa, vibrante y cargada de conexión con la montaña. La Cueva de los Chorros nos habló de la fuerza de la tierra. La Sima del Mirador, de sus secretos mejor guardados. Y nosotros, como buenos montañeros, solo podemos dar gracias por formar parte de este viaje.
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